Es el endurecimiento del pene, ocurre cuando su tejido esponjoso se llena de sangre, lo que produce que se ponga rígido, dando la sensación de que el pene “está parado”.
Una erección se puede dar en diferentes momentos del día y no siempre se sabe exactamente por qué se presenta, la mayoría de veces se debe a la estimulación o excitación sexual (ver, tocar, tener pensamientos sexuales o sentir algo que te altera de forma placentera), pero no siempre se da por esto, pues muchas erecciones se dan en momentos donde no estás pensando en nada sexual, puedes presentarse cuando estás jugando, leyendo, viajando, y muy a menudo pasa cuando estás durmiendo – por eso muchas veces te despiertas con tu pene erecto – todo esto es totalmente normal.
Tener o no una erección no es algo que podamos controlar, sobre todo en la adolescencia, es decir, si tienes una erección en un momento no muy oportuno – por ejemplo, cuando tienes que hablar en público, o en medio de una reunión familiar – lo único que puedes hacer es calmarte ya que normalmente la erección pasará en unos minutos.
Cuando estamos en la adolescencia podemos tener muchísimas erecciones o ninguna, no hay un número mínimo ni máximo normal, pues hay chicos que pueden tener al día 10, 20 o más erecciones mientras que algunos puede que tengan solo una o tal vez ninguna. Es difícil decir si hay un número normal, porque el cuerpo de cada uno funciona de forma diferente.
Pero al igual que la erección, una eyaculación no siempre se da como resultado de algo sexual como masturbarse o tener relaciones sexuales, ya que también puede darse de forma espontánea mientras dormimos, muchas veces la primera eyaculación se da de esta forma.
Entendamos que la primera eyaculación tiene lugar en la pubertad y puede sucederte mientras duermes, muchos chicos piensan que se han orinado en la cama, pero en realidad se trata de una eyaculación espontánea durante el sueño, a este hecho se lo conoce como polución nocturna o más comúnmente como “sueños húmedos”.
Las primeras eyaculaciones son bastante líquidas, parecen una especie de baba transparente un tanto pegajosa. Con el paso del tiempo las eyaculaciones se volverán más espesas y blanquecinas a medida que el semen va conteniendo mayor cantidad de espermatozoides. Estas poluciones nocturnas son espontáneas e incontrolables ya que suceden por los cambios hormonales típicos de esta edad.
Usar medicamentos con este fin no es algo saludable ni necesario en adolescentes, por lo tanto no tendría sentido usarlos, pero sí que puede resultar peligroso, ya que hay que tomar en cuenta que usar medicamentos, de cualquier tipo, requiere la prescripción de un profesional de la medicina, puesto que debe valorar nuestro estado de salud, edad, estado nutricional, etc.
No necesariamente, ya que se estima que al menos la mitad de las poluciones nocturnas (eyacular mientras duermes) no está relacionada con sueños o pensamientos de contenido sexual, pero tranquilo, si has tenido este tipo de pensamientos, es algo natural, únicamente es señal de que estás produciendo una cantidad mucho mayor de hormonas como la testosterona.
Seguro que sí, aunque en los hombres es más difícil saber exactamente el momento en el que se es fértil – o sea que ya se tiene la capacidad de producir un embarazo. Tener relaciones sexuales es una decisión importante que conlleva una gran responsabilidad y planificación. Por ello es importante que estés informado, preparado y seguro para dar este paso, y si decides tenerlas protégete de embarazos no intencionados e infecciones de transmisión sexual. Ve: Métodos de protección y anticonceptivos
• Muchas erecciones se dan sin ningún estímulo o pensamiento sexual.
• Tener o no una erección no es algo que puedas controlar a voluntad.
• En cada eyaculación se expulsa semen, y a medida que crecemos este líquido va teniendo mayor cantidad de espermatozoides.
• Los espermatozoides se producen en los testículos todos los días, y se mantienen produciendo hasta edades muy avanzadas.
• El inicio de la producción de espermatozoides en los testículos se conoce como espermaquia.